Gary Gygax fue el creador del primer juego de rol de la historia, tal como los conocemos hoy día: Dungeons & Dragons. Si bien elfos, dragones (y mazmorras) ya eran de dominio público, el dispuso las normas para ser parte de una historia. A partir de Dungeons (el primero y el mejor, publicado en 1974), cualquiera ha podido convertirse en un paladín, un semielfo ladrón, un vampiro, un narizón...
El fue el más friky: nuca dejó de jugar, siguió organizando partidas a su grupo y tirando dados hasta el pasado enero, cuando su enfermedad se lo impidió. Seguro que a él le habría gustado decir que no pasó la tirada y perdió todos los puntos de vida: “Me gustaría que el mundo me recordase como la persona que realmente disfrutaba jugando juegos, compartiendo su conocimiento y sus pasatiempos con todo el mundo." Su campaña ha sido la más larga.
Se ha ido uno de los más grandes. Sin él, probablemente el mundo hubiera sido de otra forma, al menos y con seguridad, el mundo de la fantasía heróica, la ciencia ficción, la parte más atrevida y fantasiosa de nuestra imaginación... Y los derivados de este tronco común, como Magic.
Ahora nos queda recordar lo que hizo y seguir sus pasos para avanzar más, gracias a lo que él ya consiguió. Sigamos jugando con más ahinco, para ver si llegamos a encontrarnoslo en otro plano, otra dimensión, otra historia.
Es un buen tributo. Son tiempos aciagos. Jugad con dados negros, invocad el lema de los que visten el Negro al pie del Muro, vestid a vuestros personajes de WoW o a los de vuestra campaña de luto, jugad con fundas negras, vestid camisetas negras con dragones en ellas. Gary ha muerto.
Luto. "Barrin esperó a que se le pasasen las náuseas o a que Urza dijera algo más. Esperó en vano."
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